4 de septiembre de 2014

EL TEATRO DE CHURRIANA DE LA VEGA, O COMO CONVERTIR EL SALÓN DE PLENOS EN UNA FARSA

Yo hallé siempre más bella la majestad caída que sentada en el trono”. Valle-Inclán.

Esta semana, con la abdicación de Vicente Valero y la investidura de Antonio Narváez, hemos asistido a dos farsas más dignas del teatro municipal que del pleno del ayuntamiento.

Aplausos, gritos, euforia y abucheos a la oposición. La mayoría absoluta del Partido Popular investía automáticamente a Antonio Narváez como alcalde, por lo que nos podíamos haber ahorrado toda esta parafernalia.

Al tener el papel para escribir a quién votaba y mirar hacia el público en varias ocasiones, dudando, he decidido personalmente votar a Antonio Narváez, en contra de la decisión adoptada por la asamblea por varios motivos:

1. El acto de hoy ha sido plenamente un FORMALISMO, una pantomima que ha durado dos días para hacer publicidad al Partido Popular, en lugar de hacerlo todo el mismo día y ahorrar tiempo y dinero público al Ayuntamiento.

2. Como demócrata, he querido demostrar que la democracia funciona y no es necesario que el Partido Popular cambie el artículo 140 de la Constitución Española, la ley electoral municipal. Como prueba, he votado a Narváez, para mostrar a todos los asistentes, todos eran votantes y asalariados del Partido Popular, que respetamos la decisión electoral del pueblo. Frente a la intolerancia de estos asistentes, que me han interrumpido en varias ocasiones, he tratado de darles una lección de respeto, base de los principios democráticos.

3. Vamos a derrotarlos en las urnas, con un proyecto político y sin palmeros que hagan ruido en el Pleno del Ayuntamiento, sin formalismos. Vamos a centrarnos en políticas, en democratizar el empleo, en recuperar la administración de los servicios básicos como la luz y el agua. No queremos echarnos fotos, no queremos titulares de prensa, no queremos aplausos, no queremos ver nuestro nombre escrito por todo el pueblo en placas y mojones: vamos a derrotar a la casta mediante un programa político, un compromiso con el pueblo entre iguales. He votado a Narváez porque va a ser el pueblo el que lo eche en las próximas elecciones municipales.

4. El voto me ha parecido una buena forma de recordar a los más jóvenes que Vicente Valero accedió al poder con un voto tránsfuga del PSOE.

Que me perdonen mi asamblea y los votantes si se han sorprendido y ofendido por el sentido del voto, me he visto inmerso en una farsa y he preferido participar en ella de esta forma sarcástica, como un elemento más de una obra teatral que tiene los días contados. Espero que estas líneas lo aclaren. Y recordad: cuando el parlamento es un teatro, los teatros deben ser parlamentos.

Vamos a ganarles.
Álvaro Morales Antrás
Portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida